Según la Rae, la soledad es, entre otras definiciones, «la carencia voluntaria e involuntaria de compañía». https://dle.rae.es/soledad
Hoy os quiero hablar de lo diferente que se siente la soledad dependiendo del momento en el que te encuentras.
La peor soledad de todas es la no elegida, y para mi lo fue mientras estuve con mi ex. Estar con él y sentirte extremadamente sola dolía, y dolía muchísimo. Y aún así yo prefería seguir «a su lado» a pesar de su indiferencia y sus desprecios, vaya ironía ¿verdad?.
Incluso meses después de salir de esa relación de maltrato le echaba de menos, porque me sentía sola (ya lejos de él) y cuando estaba con él, al menos tenía a alguien… Me vais a perdonar la expresión, pero vaya gilipollez. Estar en pareja no es sentirte sola. No es vivir juntos y que él esté «desaparecido» constantemente y más cuando tú eres dependiente al 300% de él gracias a sus manipulaciones.
Ahora soy capaz de verlo así, pero, ¿os dais cuenta que durante esa etapa no lo vemos así? Menos mal que ahora, desde la distancia y sintiéndome más yo, más fuerte, puedo diferenciar totalmente esa soledad de la que he elegido tener ahora.
Sí mis guerreras, ahora he elegido estar sola, que no es lo mismo que sentirse sola. Y no veáis lo bien que me está sentando para mi proceso de Sanación. Estando sola puedo centrarme en mi, priorizarme, quererme, escucharme, comprenderme… Y me siento bien. ¡No necesito a nadie! Y espero que me entendáis, me refiero a que no se necesita tener una pareja para ser una persona feliz. Creo que así es como me estoy recuperando más rápido. Conectar con mis emociones, ser yo la que hace y deshace, se equivoca y se perdona… no veáis lo bien que sienta.
Ayer lo hablaba con mi psicóloga… Bastante tengo yo con mi YO interior como para andar pendiente de nadie más.
Viene relacionado con el post en el que os decía que iba a ser «egoísta» por primera vez en mi vida «Carpe diem» es mi nueva «filosofía de vida». Y soltar esas piedras que llevaba en la mochila y me impedían avanzar ha sido una liberación.
Esa paradoja de las piedras es muy real. Son los miedos, los «y si», el vivir pendiente de la aprobación de los demás, o de lo que pensarán… ¡No! Debo priorizarme, y estando sola es como lo estoy consiguiendo. Una vez que yo ya me haya dado mi sitio, el lugar que me corresponde, quizá ya estaré lista para otra cosa. Y aún así, creo totalmente necesario tener momentos de soledad elegida. Soledad de la buena.
Y me siento orgullosa. Porque he vivido a la sombra de alguien siempre. Y el ser capaz ahora de mirar por mi, y hacer lo que yo quiero/creo que debo hacer, sabiendo que me equivocaré. El poder/saber perdonarme. Darme mi espacio. Conectar con mi yo interior… Esto no tiene precio en cuanto a salud mental y enriquecimiento personal se refiere.
En resumen, estar sola no es lo mismo que sentirse sola. La soledad elegida bien gestionada es maravillosa.
¿Qué opináis? Ya sabéis que me podéis escribir tanto por aquí en Contacto como en mi cuenta de https://twitter.com/amor_sano_
¡Un abrazo fuerte guerreras y gracias por estar ahí!
Martina.