Sanación.

Suena extraño, pero realmente cuando sales de una relación tan tóxica, empieza tu proceso de sanación. Y sí, es sanación, porque has quedado tan sumamente deshecha que tienes que recomponerte. Y en ello estamos.

Ha pasado ya más de un año y medio desde que empecé la terapia con la psicóloga, y, si echo la vista atrás, el avance ha sido bestial.

Recuerdo cuando, al principio, le decía a mi psicóloga «es que me miro en el espejo y no me reconozco»… y así era. No era yo. Era un ente, una presencia, un ser. El día que me hice fotos para el DNI fui capaz de verme identificada en las fotos. ¡Un gran paso!

Durante todo este tiempo en el que estoy aprendiendo a quererme, a mimarme, a cuidarme y a valorarme, ya me voy pareciendo a la Martina que era (un matiz, nunca volveré a ser la misma, ahora soy más fuerte y llevo un aprendizaje brutal detrás de mi). El día en el que le dije a la psicóloga que ya me reconocía en el espejo casi montamos una fiesta jejeje. De verdad, parecerá una frivolidad, pero yo que era muy de hacer el tonto con el snapchat y aplicaciones de esas, llevaba muchísimo tiempo sin hacerme una triste foto.

Ahora me hago selfies e incluso los comparto. Interiormente sigo siendo demasiado estricta conmigo, y me da vergüenza, y me digo qué fea soy… Pero en esas luchas internas de sentimientos/pensamientos encontrados que tengo, acaba ganando el… ¿y?

Madre mía, una simple conjunción es el mayor reflejo del avance que he hecho. Cuando soy capaz de decirme ¿y? a cualquier miedo, a cualquier inquietud… es señal de que ya no le doy tanta importancia.

Por ejemplo… «me da miedo encontrarme con mi ex»… ¿Y? OLE TÚ, MARTINA. Esa pregunta resume los, no pasa nada, sabrás como actuar, no tengas miedo, eres fuerte, no estás sola. O… «he recuperado alguno de los kilos que perdí»… ¿y? ¿Acaso eso te hace mejor o peor persona?¿Realmente vas a dejar de disfrutar de la vida por eso?.

Y eso demuestra que estoy sanando. Que soy más fuerte. Que me estoy recuperando. Y, lo principal, me estoy volviendo a querer.

Aún me queda mucho camino por recorrer, porque sigo teniendo muchos miedos, inseguridades y habilidades que debo recuperar… Pero estoy en la línea correcta, avanzando lenta pero segura, con muchos tropiezos pero siempre mirando hacia adelante.

Esto viene relacionado con lo que os decía el otro día que quiero recuperar la filosofía del «Carpe diem» y no solo es trabajar la autoestima, es hacer las cosas que quiero hacer, que me ilusionan, que me llenan… Me lo he propuesto y ya estoy en ello.

Dicen que querer es poder, y yo, quiero. Así que… ¡a por ello guerreras!

Martina.