Ha pasado mi cumpleaños, una fecha que me daba un poco de miedo por si volvía a recibir algún mensaje de mi ex. Ya sabéis que desde hace unos meses está con otra chica y desde entonces desapareció de mi vida del todo. Pero no me fiaba… Y como no recibí nada, y ya ha pasado, me siento más tranquila y animada. Hoy os quiero hablar de la «ley de la atracción».
Según la wikipedia, la ley de la atracción es «la creencia pseudocientífica de que los pensamientos (conscientes e inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que devolverán a la persona una cantidad de energía similar a la emitida». https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_la_atracci%C3%B3n
Y con mis propias palabras, es lo típico de «cada uno recoge lo que siembra». Es decir, si vas repartiendo sonrisas, recoges sonrisas. Si vas sembrando negatividad, eso recibirás.
¿Por qué os cuento esto? Porque creo firmemente que funciona. Y lo he comprobado. Por eso os quiero hablar de ello.
Sé de primera mano que al principio es imposible pensar en nada positivo. Bastante tenemos con empezar a asumir qué es lo que hemos vivido, lo que nos queda por vivir, cómo vamos a superarlo… Pero conforme van pasando los meses (recordad, cada una necesita su tiempo, no hay dos procesos iguales), y vas viendo la luz cada vez más cerca, es menos difícil ser capaz de buscar cosas positivas.
Muchas veces no somos capaces de verlas por nosotras mismas, o no las vemos como algo positivo hasta que alguien nos dice…¡hey! ¡qué bien que has hecho esto! o algo así. Pero poco a poco, conforme vamos avanzando en lo que os cuento en Re-educándome. nos sentimos mejor, somos conscientes de lo que estamos logrando, y las cosas positivas se ven, las buscamos, las reconocemos y las queremos.
Ahora mismo, como os contaba al principio, estoy en fase positiva, mucho más animada y con ganas de hacer cosas, y no sé cuánto me durará, pero mientras dure esta buena energía, quiero y voy a aprovecharla.
Los proyectos de los que he ido hablando que los voy haciendo poco a poco, a días, según me encuentro mejor o peor, pues los he retomado con más ánimo. Incluso ya no me da tanto vértigo plantearme nuevas metas. Me siento ambiciosa. Y ahora mismo lo estoy siendo.
Ojo, que no dejo de ser consciente de que me voy a tropezar veinticinco mil millones de veces pero… ¿quién nació aprendido? ¿Cúantas veces nos caímos de la bici antes de ir solas en dos ruedas? ¿Cuántas tortillas de patata han sido un fracaso hasta que te sale deliciosa? Pues eso.
Si te rodeas de buenas energías, desprendes buen rollo, tienes objetivos positivos y realistas… estoy convencida de que recibes cosas buenas.
¡Haced la prueba! Id un día sonriendo por la calle de forma natural, que os salga de dentro, sea porque hace sol, porque sopla el aire fresco, porque ha llovido y huele a hierba mojada… lo que sea. Sonreíd, y veréis como hay muchas más sonrisas a vuestro alrededor.
Como dice Fangoria… «si querer es poder y yo puedo…». Por muy lejano que veamos la opción de salir del pozo, creedme, se sale. Y, como os digo siempre, saldremos mejores, más fuertes, nuestra luz brillará mucho más limpia y deslumbrante.
¡A por ello guerreras!
Martina.