Ayer me enteré de una brutal paliza a una profesora en México por parte de su marido, en plena clase online. Los alumnos lo presenciaron todo, ya que, aunque tenían las cámaras apagadas, sí tenían conectados los audios. Se oyen los insultos del hombre y a la profesora pidiendo que le dejara apagar la clase online.
Todo porque según el agresor, le había cogido el ratón… ¡Nada justifica una agresión! ¡Nada!
En el audio se escucha a una alumna preguntar a la profesora si está bien, sin respuesta.
La Universidad ha explicado que la profesora se encuentra bien, recibiendo apoyo psicológico y que se ha iniciado el protocolo de violencia de género… una lacra que no cesa y que, por desgracia, cada día va a más. Y que no entiende de estatus social, ni de país, ni de edad. Hoy en día cualquiera podemos ser víctima.
Desconozco si había denuncias previas, pero por fin esta mujer ha podido salir de esa relación y está en buenas manos. ¡Ojalá sea el primer paso de muchos más hacia su felicidad!