El contacto cero.

Hoy quiero hablaros de algo tremendamente importante, a lo que yo no le di mucha importancia, pero una vez lo hice, me dio muchísima paz: el contacto cero.

¿En qué consiste?

Simplemente en cortar cualquier tipo de contacto con tu ex (sirve también para amigos, familiares…). Parece sencillo, ¿verdad? Pero no es nada fácil, ¡yo tardé un año en hacerlo!

En nuestro proceso de recuperación es fundamental dar este paso; es la única manera de poder centrarnos en nosotras, y en sanar. ¡Y más ahora con tanta red social!

Yo me negaba a bloquearlo en el whatsapp, aunque ya llevaba meses sin contestarle, porque prefería saber «cómo estaba» para poder estar preparada ante sus arrebatos. ¡Error! Eso le daba poder, sin yo ser consciente, el seguía haciendo conmigo lo que le daba la gana, jugando con la pena, con los chantajes emocionales, con sus acusaciones, con sus insultos, con sus arrepentimientos… Y yo seguía, así, «enganchada» a esa persona.

Elegí un día que tenía cita con mi psicóloga, porque, aunque ya había tomado la decisión, no sabía si sería capaz. Y, como siempre digo, mi ex parece que me lee la mente, porque justo ese día tenía varios mensajes suyos con canciones y chantajes… En sí, ese fue el empujón definitivo, y delante de mi psicóloga, por fin le bloqueé.

Lloré. Lloré mucho. Y no sé si era por pena, por miedo, de alegría… Pero lloré. Y sentí un vacío enorme (y, repito, hacía ya casi un año que lo había dejado). Pero sin duda, fue la mejor decisión que pude haber tomado.

Otro día os contaré cómo fueron esos meses, pero el objetivo de este post es recomendaros que, lo antes posible, rompáis todo contacto con vuestra expareja. Si hay hijos, o temas pendientes por el medio, que cualquier cosa relacionada con esos aspectos sea, o bien a través de vuestros abogados, o a través de correo electrónico. Nunca, nunca quedéis con ellos a ser posible, ni conversaciones por whatsapp ni nada que pueda darle pie a desplegar su artillería de manipulación y ataque.

Es duro, no os voy a engañar. Muchas veces tienes la tentación de desbloquearlo, de saber de él… Y eso es porque aún tiene poder sobre nosotras, y si caemos, estamos perdidas. Así que, sed fuertes, cuando decaiga esa fuerza y se os pase por la cabeza volver a contactar con esa persona, acordaos de los malos momentos. Yo me hice una lista con los peores y solo con mirarla, ¡se me quitaban las ganas de saber nada de él!

Con el contacto cero se consigue tranquilidad, paz real y libertad. Al romper ese último hilo que nos une a esa persona, rompemos ya todas las cadenas que nos mantenían atadas y empezar a trabajar ya solo en nosotras y en seguir adelante, en sanar nuestra alma, nuestra autoestima, nuestro corazón. En disfrutar de la libertad.

¡Mucha fuerza! ¡Pensad en vosotras!

Martina