Estoy harta de que se juzgue a una víctima de violencia de género sin conocer su historia, o si tan siquiera saber en qué consiste el maltrato.
La violencia de género no entiende de estatus social, ni de nivel educativo, ni de valores, ni de creencias ni de nada. Cualquiera podemos ser víctima. Y ese es el problema.
No hay ningún esquema de cómo va el tema. Tú puedes ser una mujer totalmente independiente, emponderada, feliz… y caer en las redes de un maltratador. Tal cual.
Un maltratador no lleva manual de instrucciones, ni un letrero en la frente que diga «si sales conmigo sufrirás mucho». Qué va, todo lo contrario. Se presenta como un ser encantador, educado, cariñoso, divertido, empático… Y sí, visto desde fuera, esto ya sería una bandera roja de… ¡ojo! ¡la perfección no existe! Pero te ves envuelta en su halo de amor puro y sano, en su tela de araña de la manipulación, que, a lo que te quieres dar cuenta ya estás bien atrapada.
Tener que oír frases como… ¡yo jamás permitiría que mi pareja me dijera con quién puedo o no salir! O… ¡pero cómo vas a tener que dejar de trabajar, ni caso! ¡Cómo permites que te diga/haga/trate de esa manera!
Ay amigas mías. Yo era así, tenía esos pensamientos. Tenía muchísimo carácter, demasiado muchas veces. Siempre pensaba que las personas que se dejaban «pisar» eran débiles y sin personalidad. Y mirad, la primera que me dejé atrapar fui yo.
Y lo repetiré mil veces… El «arte» que tienen estos seres para manipularte es tal, que es imposible darse cuenta a tiempo. En serio que si alguien conoce el cómo detectarlo que me diga el truco.
Hay una frase que me gusta mucho que dice: «antes de juzgarme, ponte mis zapatos, recorre el camino que yo he recorrido, y luego hablamos».
Pero por desgracia, esta maldita costumbre de prejuzgar, es la misma que impide que muchas mujeres den el paso de dejar a su maltratador, ya no digo de denunciar, que eso da para otro post, si no de romper con esa relación y buscar su felicidad. Es un estigma social. ¿Cómo va a hacer eso tu marido/novio si es un cielo? ¿Qué dices de que te trata mal con el carácter que tienes? ¡Hala mujer, que tampoco será para tanto! ¡Todas las parejas discuten, no te lo tomes tan a la tremenda!… ¿Os suenan estos comentarios?
Pues eso, que estoy muy harta de que a estas alturas de la vida, aún sigamos así. Y creo que la única forma de cambiar esta percepción, es dejar de hablar de números y hablar de personas. Que cada cifra es una vida, una mujer asesinada con una historia. Que las víctimas de violencia de género tenemos voz, tenemos cara, tenemos un tremendo camino por delante para tratar de recuperarnos, las que, gracias a Dios, aún podemos hacerlo.
Yo escribo este blog para contar mi historia. En alguna formación que voy haciendo sobre este tema, aunque odie la palabra «víctima», me presento como tal, y les hablo desde mi lado de la ecuación. Y así ven y escuchan de primera mano cómo actúan estos seres, qué nos han hecho, cómo lo han hecho, cómo no nos hemos dado cuenta antes, cómo hemos callado y aguantado… Y al menos así ya hacemos reflexionar de que no todo es tan fácil.
Creo que esto hace mucho más que tantas medidas inútiles (siempre según mi opinión) que se hacen desde las instituciones.
¿Qué opináis? ¡Os leo!
Un abrazo enorme guerreras.
Martina.