Una más.
Ocurrió este fin de semana. No constan denuncias previas, y ella había decidido darle otra oportunidad al que acabó siendo su «presunto» asesino. ¿Os suena?
En poco más de una semana esto ya se está convirtiendo en una masacre. Leo en algunos medios de comunicación, que el final del confinamiento ha generado una sensación de falta de control en los maltratadores que es lo que les está empujando a matarnos. Es que hasta me da vergüenza escuchar estos titulares. ¿En serio hace falta justificar estos asesinatos?
Nos están matando. Hace dos semanas fue la peor en mucho tiempo. Siete víctimas. Y una que, según dice la investigación, se suicidó ya que no aguantaba más la situación (ella no cuenta como víctima de violencia de género, aunque la causa esté clara, ya veis cuanta incoherencia).
Mucha alerta, muchas convocatorias urgentes del pacto de estado… Pero aquí seguimos. Un tuit de pésame y a otra cosa.
Ya lo he comentado, y cada vez veo más repercusión en los medios, que porqué no se centra el foco en el maltratador y no tanto en la víctima.
Cuando es cualquier otro delito, se mira al delincuente… ¿por qué aquí no? ¿Qué hace falta para que de verdad se haga algo que ayude a detener esto? ¿Cuándo empezaremos a vernos seguras y respaldadas por las instituciones? Y ojo, no quiero decir que ahora no lo estemos, pero queda claro que no es suficiente.
Algo muy muy importante, y no me cansaré de decirlo, es la educación. Que en los colegios se imparta educación por la igualdad desde bien pequeños, y también a muchos progenitores. Yo, que me considero inteligente, no dejo de aprender cosas que me ayudan a cambiar mi punto de vista, a abrir los ojos, a ver el problema como lo que es, un problema de género.
Ojalá la muerte de las 15 víctimas que llevamos en lo que va de año no quede en buenas intenciones, que su muerte sirva para ayudar las que pueden ser las próximas.
DEP Clara.
Martina.
