bandera roja
Vivencias

Banderas rojas.

Cuando estás empezando en una relación, hay muchas formas de detectar si esa relación es sana o no, las llamamos «banderas rojas».

Normalmente vas detectando cosas que te molestan, que no ves «normales» ni razonables, y eso hace saltar en ti la alarma de «ojo, esto no me conviene».

luz roja de alarma

También te puede pasar como a mi, que me supo «captar» de tal forma que no supe/pude/quise detectar ninguna bandera roja… Os pongo algunos ejemplos desde mi experiencia personal y cosas que he aprendido:

  • Excesivo control (te va a buscar todos los días al trabajo, o te acompaña, te «sugiere» que le enseñes el móvil porque eso es que confías en él…)
  • Celos.
  • «Aconsejarte» con quien debes o no debes ir.
  • Ir adueñándose de todas las parcelas de tu vida.
  • Menospreciarte. Hacerte de menos.
  • Hacerte creer que te inventas las cosas, que él no dijo eso de lo que tu estás segura que dijo.
  • Empiezas a no hacer/decir cosas libremente por miedo a su reacción.
  • Te hace creer que es el amor de tu vida, que como él no te va a querer nadie… y que sin él no vales nada ni tienes dónde «caerte muerta».
mujer temerosa ante un puño cerrado

Estos son los «sutiles». Por ejemplo, alguna vez os he comentado que mi maltrato empezó casi en el mismo momento en el que me conoció. Usó una táctica que se llama «love bombing» que consiste en atosigarte con muestras de amor, con demostrarte que es el hombre perfecto, el que tú necesitas en tu vida. Tenéis los mismos gustos y aficiones (oh, qué casualidad). Te hace regalos porque sí. Te va a llevar y a buscar al trabajo, cosa que tú ves maravillosa porque eso es que «te quiere mucho». El caso es que con este despliegue de maravillas tú ya caes, te dejas atrapar por esa red que ha tejido tan sigilosamente, y eso te impide detectar esas señales que poco a poco van saliendo.

No es que te diga de repente «no vayas con tus amigas». No, eso jamás lo hará. Encontrará la forma de que tú te sientas mal por quedar con tus amigas y al final no vayas sin decírtelo directamente. Y como este ejemplo, mil.

Uno de sus objetivos es aislarte del mundo exterior. Tenerte totalmente bajo su control para que nadie «te coma la cabeza» o te haga ver que no estás en una relación sana. Él es tu novio y todo lo tienes que hacer con él. Eso sí, el hará lo que le de la gana, cuando le de la gana y con quien le de la gana. ¡Y ojo no le rechistes!

mujer desesperada se echa las manos a la cara

A mi me acompañaba para marcar territorio, o aparecía por mi trabajo para «darme una sorpresa» y era para ver con quién hablaba, si me entretenía más de la cuenta con algún cliente (me dedicaba al comercio), si me tomaba demasiadas confianzas con mis compañeros chicos… Pero yo lo que veía era que me quería mucho, que venía a verme cuando tenía un rato porque no podía estar tantas horas sin mi… Esto es un pensamiento tóxico por mi parte. Hoy en día lo sé.

También tienes que saber que todos los males del mundo son por tu culpa, sean los que sean, son por que no vales nada, no sabes hacer nada, estás loca… Tenlo claro porque va a ser así.

Luego comienzan los insultos, los gritos, los golpes a muebles y cosas, levantarte la mano, tirar objetos al suelo, los agarrones (pero ojo, que es porque estabas tan nerviosa que lo hacía para calmarte).

Y al final ya llega el miedo. Miedo a sus reacciones, a cómo vendrá hoy, a cómo le digo esto sin que se enfade, a qué hago para que no le siente mal. Tienes miedo de él. Pero no lo ves. Estás ya en modo autómata.

manzana reventada por presionarla con una herramienta

Tu mente ha creado un mecanismo de defensa que es actuar como crees que a él le va a molestar menos. Al final ya no razonas, ya no piensas. Lo que tienes es una ansiedad y un estrés inmenso, porque tienes que estar constantemente en modo alerta y anticipándote y pensando cómo vas a dar el siguiente paso para evitar conflictos.

Que al final encima no sirve para nada, porque por mucho que tú intentes no meter la pata, según le de el aire a él, la vas a meter y te la va a liar. Pero ya sabes, la culpa es tuya. Todo lo hace por tu culpa. Por ti desaparece de casa tres días para irse de fiesta con sus amigos. Por que te ve mal (¿en serio?¿me ves mal porque estoy viviendo una situación terrible y en lugar de hablarlo y solucionarlo te vas de fiesta?) bebe y toma sustancias. Porque no estás cariñosa con él (lo siento, llega un punto que ya no te sale mendigar cariño) se va por ahí… Y como estos ejemplos, mil.

Y es que, como os conté el otro día en Maltrato psicológico. el sufrimiento que estás padeciendo (sin ser consciente de ello, de verdad os digo que yo me sentía fatal, triste, agotada, desconcertada, pero jamás se me pasaba por la cabeza que estaba siendo maltratada, creía que era mi culpa, que no sabía ser una buena esposa, que yo estaba enferma y no era capaz de hacer lo que mi marido quería, que yo era la rara) se acaba manifestando de forma física.

Y si encima veis que, en una de esas veces en las que viene arrepentido y pidiendo perdón y jurándote que va a cambiar, no cambia, incluso va a peor, tú ya colapsas.

Otra cosa era también el control del dinero. Yo jamás supe lo que cobraba mi marido. A mi me daba X cantidad y con eso tenía que llevar la casa. Y él se lo gastaba donde quería que para eso lo ganaba él. Acabé justificando todo con los tickets porque decía que dónde se iba el dinero, como si me lo gastara yo en a saber qué. ¡Si no salía de casa! Tenía que hacer malabarismos para que no faltara un plato de comida en casa. Pero si él decía que había que salir a tomar algo, había que salir, y no era a tomar una caña y listo… no. Pffffffff qué perdida estaba madre mía.

mujer llorando con una mano roja que pide basta ya

En fin, que me genera ansiedad estar ahora mismo recordando todo esto, pero quiero contároslo de primera mano para que podáis ver estas banderas rojas, estas señales de alarma. Y, antes de que sea tarde, salid corriendo sin mirar atrás.

Gracias a Dios no tuve hijos con él, porque si no… miedo me da solo pensarlo. Pero si tenéis hijos en común, luchad con más fuerza por escapar de esa prisión. No estamos solas. Tenemos gente esperándonos con los brazos abiertos. Se puede salir de una relación de maltrato. No lo dudéis y pedid ayuda. Ya sabéis, lo primero al 016, familia, amigos (los de verdad, estarán ahí a pesar de lo mal que se lo hayamos hecho pasar), servicios sociales… ¡Animo!

mujer feliz y libre

Esa frase que yo grité desgarrada el día que me fui de casa debe convertirse en un mantra… ¡MEREZCO SER FELIZ! Y lo seremos, yo ya lo soy, y tú también lo vas a ser.

¡Vamos guerreras!

Martina.

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