estrés
Motivación

Estrés postraumático.

Quien ha tenido la desgracia de vivir una situación de violencia de género, es muy probable que sufra estrés postraumático entre otras secuelas. Hoy quiero hablar de ello.

En qué consiste

El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una enfermedad mental que se desencadena después de haber sufrido o presenciado una situación aterradora. En nuestro caso está claro que la propia vivencia de maltrato es esa situación.

Puede aparecer en seguida, o tardar meses en presentar síntomas. Estos son: pesadillas, revivir la situación, ansiedad ante situaciones que te recuerdan lo vivido, evitar hablar del tema, pensamientos negativos, miedo, irritabilidad, ansiedad, angustia, riesgo de caer en dependencias (alcoholismo, adicciones…) y muchos más.

barrera electrificada y cámaras de seguridad de una cárcel

Lamentablemente a todas nos suenan, ¿verdad? Esto va para quienes minimizan el maltrato y se ríen de las víctimas diciendo que somos unas exageradas, que no es para tanto, que le echamos cuento…

Y lo malo es que esta enfermedad mental desencadenada por esas vivencias, se somatizan y también se manifiestan de forma física. Ahí ya el cuerpo pide socorro para que le prestes atención a lo que te está pasando.

Qué podemos hacer

Hay que coger las riendas de la situación por muy difícil que nos parezca, PEDIR AYUDA. Que no, que no es de cobardes. Hay que ser muy muy valiente para reconocer que no estás bien y que necesitas ayuda. Pedirla es el paso más difícil pero el más necesario. Tenemos mil manos esperando que las cojamos para ayudarnos.

mujer que se echa las manos a la cara desesperada

Nunca, nunca olvidéis que no estamos solas. Que nos costará más o menos, lloraremos mucho, querremos tirar la toalla mil veces, pero que lo superaremos SEGURO. Y saldremos mucho más fuertes, nuestra luz brillará con más fuerza que nunca, y ya no dejaremos que nadie nos la vuelva a intentar apagar. Fijaos lo que os digo, ya no digo apagarla, digo ni siquiera intentarlo. ¡Ojo al matiz!

Soy consciente de que es muy difícil ayudar a una persona que ni siquiera ve lo que le pasa, que lo niega, y que reniega de cualquier apoyo. Pero con cariño, paciencia y constancia, poco a poco esa persona irá abriéndose más y sacando lo que lleva dentro. Y poco a poco, dejándole que ella marque los tiempos, se irá dejando ayudar. Y ahí el camino ya estará en marcha.

manos unidas en señal de apoyo familiar

Lo más importante en este trastorno de estrés postraumático es verbalizar lo que sentimos. Al principio yo era totalmente incapaz. Me cerré en banda a contar nada a nadie. Me creía capaz de gestionarlo yo sola y de arreglarlo. Jajajaja qué inocente era. No había sido capaz en cinco años, como para serlo en ese momento de máxima violencia cuando ya vio que me había ido definitivamente.

Mi madre me dio un cuaderno y me dijo… escribe. Escribe todo lo que quieras escribir cuando lo necesites. Y ahí empecé a «vomitar» todo lo que llevaba acumulado.

Luego llegó el día que tuve que llamar al bendito 016 https://violenciagenero.igualdad.gob.es/informacionUtil/recursos/telefono016/home.htm y me dijeron que tenía que contárselo a mis padres (a parte de que, al contarles a ellas lo que estaba viviendo ya me ayudó muchísimo).

cartel del 016

Y que razón tenían, al contárselo a mis padres (que es donde me vine al huir de «mi casa» y de mi «matrimonio») me quité una losa de encima increíble. Y como ahí ya empezó el proceso de hablar con la trabajadora social, y de empezar la terapia psicológica… Todo empezó a salir.

De verdad, contadlo. A alguien con quien tengáis confianza, a alguien anónimo (en redes sociales por ejemplo de forma anónima, por aquí que ya sabéis que me tenéis disponible siempre, en asociaciones, el mismo 016, la casa de la mujer…) Donde sea, pero no os lo guardéis. Eso retroalimenta el propio estrés postraumático. La bola se va haciendo cada vez más grande y cuanto más tardemos, más honda será la herida y más tardaremos en curarla.

mujer usando un teléfono móvil

Esto es serio. No es una broma. No es un capricho. Tampoco una pataleta, o una venganza. Me repatea las tripas cada vez que oigo lo de las denuncias falsas. Que las hay, ojo. Pero por culpa de unas pocas pagamos el resto.

Hay que ser egoístas en esto. Cuando tienes que recuperarte, tienes que ser tu prioridad número uno, dos, tres, cuatro y cinco… Tú, tú y tú. Si tú no estás bien, es complicado estarlo con el entorno. Mira por ti, lucha por ti, piensa en ti. Todo eso que te han negado y anulado durante el tiempo que haya durado la situación de violencia, a la basura. Ahora te toca a ti. Y vas a luchar como la guerrera que eres. Y vas a conseguirlo. Volverás a ser feliz, a ser dueña de tu propia vida, a tener sueños, ilusiones… LO VAS A CONSEGUIR.

chicas bailando

Aquí estamos las guerreras luchando y ayudándonos a conseguir esa victoria.

¡Un abrazo enorme!

Martina.

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