taza de café con un corazón
Vivencias

Volver a amar.

Tan solo hace 22 meses que me fui de casa y acabé con la relación con mi maltratador (el divorcio fue efectivo a los cinco meses de irme). No tengo ninguna intención a día de hoy de volver a amar a alguien, pero sí que me planteo si algún día seré capaz.

Es un tema que he hablado con mi psicóloga, porque, queramos o no, también forma parte del proceso de sanación. La herida emocional que nos ha dejado la relación tóxica nos lleva a dos caminos: o a volver a «enamorarnos» porque aún no estamos recuperadas, o a tener miedo al amor. También, evidentemente, ¡a encontrar un amor sano!.

flores rosas con un corazón en el centro

Imagino que todo depende de en qué parte del camino te encuentras. Si hace poco que has salido de esa relación, y aún no eres consciente de lo que ha pasado, ni te has permitido sanar la herida, es probable que no lo hagas del todo bien. A mí me pasó. Me sentía muy sola y vacía. Su acoso telefónico casi tenía éxito, y a veces se me pasaba por la cabeza volver a perdonarle. Gracias a Dios nunca lo hice.

También estuve a punto de cometer el error de repetir patrón, y aferrarme al primero que me ofrecía algo de «cariño», sin estar yo bien. Y supe priorizarme y pensar en mi.

lazo verde formando un corazón con margaritas blancas en el centro

En esto hay que ser egoísta. Lo siento mucho. Tras varios años siendo un ente, una figura humana vacía. Después de tanto dolor, tanto sacrificio, tanta humillación, tanta mentira… Me toca darme la importancia que merezco.

Es por ello que, tras tantos meses de terapia, de autoconocimiento, de buscar respuestas a mis dudas… estoy reconciliándome conmigo misma. Me estoy aprendiendo a querer. Ahora mismo yo soy la primera de la lista.

Pero sí que es verdad que hecho de menos tener a alguien a mi lado. Ya no tanto en el aspecto de pareja, si no de «compañero». También influye que mi círculo tiene ya sus vidas, y nunca volverá a ser lo mismo.

mano acariciando unas espigas de trigo

Ahora que puedo empezar a vivir y a disfrutar, me topo con la «soledad». Una soledad que, como ya expliqué en Soledad., no es que me sienta sola, ¡todo lo contrario! Pero sí que es verdad que añoro esa parte.

Uno de mis objetivos para este mes es ser capaz de hacer algo sola, como ir al cine, o a la piscina. Parece una tontería, ¿verdad? Pero ahora mismo para mi es todo un reto.

Hasta el momento he ido consiguiendo casi todos los retos que me he propuesto. Al principio era incapaz de entrar en una tienda, o de subir al autobús si había gente. También me ha costado mucho ir por la calle con la cabeza alta y la mirada al frente… Pero lo he conseguido. Así que, imagino (y espero) que también sea capaz de conseguir estos nuevos retos.

chica sonriendo

Pero a lo que iba, llegará el día en el que conozca a alguien que me resulte interesante, que me atraiga, que me apetezca seguir conociendo… Y mis miedos son varios. No saber reconocerlo. Esconderme detrás de mi coraza. Rechazarlo a la primera de cambio «por si acaso».

Quiero recordar que mi ex empezó siendo el «hombre perfecto». Era cariñoso, divertido, detallista, amable… Lo tenía todo. Pero era simplemente su cebo para cazarme. Es por ello que no me fio ni de mi sombra.

Veo y leo testimonios de mujeres que han pasado por esto, incluso por situaciones muchísimo más duras que la mía, y han encontrado al compañero que es bueno. Han encontrado el amor sano.

amigos compartiendo un café

Es cuando yo me preguntó… ¿lo encontraré yo algún día? ¿Seré capaz de volver a amar a alguien?

A día de hoy no entra dentro de mis planes. Estoy ocupada reconstruyéndome y trabajando en mi. Pero es algo que está ahí…

¿Qué me decís? ¡Os leo!

Un abrazo enorme mis guerreras.

Martina.

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