mujer feliz al amanecer
Motivación

Recuperando mi vida.

Como ya os conté por twitter, empecé a trabajar hace dos semanas y por eso estoy algo ausente.

Cuando hice la entrevista jamás se me pasó por la cabeza que me cogerían. El día que me llamaron para confirmarme que había sido seleccionada no me lo creía. ¡Me puse súper contenta! ¡Lo había logrado!

mujer saltando feliz

Pero tras el «subidón», vino la ansiedad. Sobre todo al saber cuál iba a ser mi zona de trabajo. Pasé tres días fatal con una ansiedad increíble, pensamientos intrusivos y muchísima procrastinación.

Me salió otra vez el eccema, estaba fatal del estómago, histérica, nerviosa, desubicada… Intenté llamar a mi psicóloga pero no pude localizarla. Hablé con el psicólogo de una asociación (¡eternamente agradecida a https://www.asociacion-alma.es/!) y luego con mi asesora del SEPE. Entre los dos, y poniendo en práctica las herramientas que he ido adquiriendo a lo largo de estos dos años, acudí a mi puesto de trabajo…

Y… ¡sorpresa! ¡Me fue genial! Tomando todo tipo de precauciones, eso sí, pero sin darle demasiadas vueltas. Tan solo centrándome en mi nueva andadura… y funcionó. Además, entre la alegría de volver a trabajar, de sentirme otra vez útil, de haber tenido la suerte de tener un trabajo que me encanta… y que el ritmo de trabajo es bastante alto… No me quedan ni fuerzas ni ganas de pensar en nada más que en mi, en mi nueva etapa, en mis compañeras, en el futuro…

muñecos de madera representando un grupo de personas que se abrazan

Qué bonito poder mirar hacia adelante y volver a ver un futuro, y un futuro FELIZ. De verdad que no puedo estar más agradecida a la empresa por la oportunidad y por haber confiado en mi. Y, estoy tan contenta, que eso se transmite en todas las facetas de mi vida.

Es un contrato temporal a media jornada… pero ¡me da igual! El caso ha sido haber dado el paso, superar ese miedo atroz que tenía a la gente, el dejar de autoboicotearme. El confiar en mis capacidades y cualidades.

Mi psicóloga siempre me dice que tengo muchas cualidades, que seguían en mi interior, y que tan solo tenía que dejarlas salir. Y en ello estoy.

Y gracias al trabajo, ya me siento que formo parte de algo, ya no me veo sin esperanzas ni confianza. Todo lo contrario.

escaleras de piedra ocultas en una montaña

Os podrá parecer una tontería, pero este paso para mí era como saltar un acantilado. Y, de mi interior, resurgieron esas herramientas para pasar de un lado a otro sin miedo, segura, valiente, contenta, esperanzada…

Estoy muy feliz, de verdad. Sigo teniendo ese temor, que imagino que nunca se terminará de ir, de que esa persona reaparezca pero, ¿sabéis qué? ¡Me da igual!

Ahora sí que me siento mucho más fuerte, segura y capaz de enfrentarme a la situación. Vuelvo a ser la Martina de siempre. Vuelvo a sonreír. Camino bien recta, con la mirada al frente y paso firme. Veo por fin que esta etapa «oscura» ya pasa de largo.

objetivo alcanzar la luna

Ojo, que nunca la voy a olvidar, la voy a tener presente siempre, pero para sacar la parte positiva de esta «experiencia».

Ni siquiera tengo miedo a que esto no va a durar para siempre… Estoy disfrutando del hoy, del ahora, del momento. Y en estos momentos estoy tan agradecida y tan contenta, que solo puedo decir que SI SE PUEDE SALIR ADELANTE.

Siempre os lo he dicho, cada una necesitamos nuestros tiempos y cada proceso de sanación es totalmente diferente.

mujer feliz bajo la lluvia

Yo llevo unos meses contándoos el mío, y es de justicia que os diga cómo me encuentro a día de hoy.

Mañana tengo cita con mi psicóloga, y la alegría va a ser compartida al 300%.

Os he hablado muchas veces de mi falta de emociones, de sensaciones… Ella me decía que tenía que encontrar el equilibrio, ni ser tan extremadamente sensible como era antes, ni tan «insensible» como estaba siendo ahora. Y, quizá en estos momentos, estoy encontrando ese punto medio. Porque siento todas esas cosas tan maravillosas. Incluso el cansancio tras un día de trabajo lo agradezco.

Espero que esto os sirva para daros fuerza, ánimo y esperanza.

espíritu de equipo

Hasta no hace mucho no veía final a esta situación, y, de repente, y echándole valor, ganas, y superando miedos, veo por fin ese futuro que tanto ansiaba. Ya no lo veo oscuro, veo luz, he recuperado mi luz interior, y eso se refleja.

Así que hoy más que nunca… ¡MUCHÍSIMA FUERZA MIS GUERRERAS!

Martina.

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